¿Qué es la patria potestad?
La patria potestad es el conjunto de derechos y deberes legales que madres y padres tienen sobre sus hijos e hijas menores. Incluye aspectos esenciales como la educación, la salud, la representación legal o la administración de bienes.
Su finalidad principal es garantizar el bienestar integral del menor. Este derecho se mantiene incluso si los progenitores están separados o divorciados, salvo que una resolución judicial disponga lo contrario.
¿Quién la ejerce y en qué casos?
Por norma general, ambos progenitores ejercen la patria potestad de forma conjunta desde el nacimiento del menor, estén o no casados. En caso de separación, lo habitual es que se siga ejerciendo compartidamente, independientemente del tipo de custodia.
Solo en situaciones excepcionales —como maltrato, negligencia o abandono— puede limitarse o retirarse por decisión judicial.
¿En qué se diferencia de la custodia?
La custodia se refiere a la convivencia diaria y a los cuidados cotidianos. En cambio, la patria potestad afecta a decisiones relevantes en la vida del menor: cambio de colegio, tratamientos médicos, mudanzas o viajes al extranjero.
Tener la custodia no implica tener el poder exclusivo para tomar esas decisiones. Salvo orden judicial, ambos progenitores deben actuar conjuntamente.
¿Qué pasa si no hay acuerdo entre progenitores?
Cuando hay desacuerdo sobre decisiones importantes, ninguno puede imponer su criterio. Si no hay entendimiento, debe acudirse al juzgado. El juez valorará la situación y decidirá en función del interés superior del menor, pudiendo contar con informes de equipos psicosociales.
¿Qué ocurre con los viajes o decisiones sensibles?
Uno de los casos más frecuentes es la necesidad de autorización para viajar al extranjero. Si existe patria potestad compartida, el progenitor que viaja debe contar con el consentimiento del otro o con autorización judicial.
Actuar sin esa autorización puede conllevar consecuencias legales importantes.
¿Se puede perder la patria potestad?
Sí, aunque solo en casos graves. Un juez puede suspenderla o extinguirla si el progenitor pone en riesgo al menor, incumple de forma reiterada sus obligaciones o incurre en conductas que vulneren los derechos del niño o niña.
La medida debe estar justificada y siempre tiene como objetivo proteger al menor. En ciertos supuestos, puede incluso recuperarse si cambian las circunstancias que motivaron su pérdida.
Conclusión
Comprender qué implica la patria potestad compartida es esencial para madres y padres que afrontan una separación o conflicto familiar. En GLOBALEX, analizamos cada caso con rigor jurídico y sensibilidad familiar, ofreciendo soluciones legales claras y adaptadas a cada situación.